Escándalos de apuestas en MLB: entre sanciones y patrocinadores

Escándalos de apuestas en MLB: entre sanciones y patrocinadores

La Major League Baseball (MLB) atraviesa una etapa delicada donde el crecimiento del negocio de las apuestas deportivas pone en tensión la integridad del juego. Aunque la liga promueve activamente este mercado, sanciona severamente a los jugadores involucrados con apuestas en béisbol, lo que plantea una paradoja difícil de ignorar.

Desde 2022, con el contrato de patrocinio de Charlie Blackmon como embajador de MaximBet (aunque sin promocionar apuestas en su propio deporte), quedó claro que la MLB apuesta (literalmente) por nuevas formas de monetización y compromiso con los aficionados.

La inclusión de casas de apuestas como bet365 en materiales oficiales de equipos y campañas digitales confirma que el negocio está de lleno institucionalizado. Por lo tanto aplicaciones móviles, casas de apuestas dentro de los estadios y activaciones de marketing son ahora parte del espectáculo MLB.

 

Las investigaciones y sanciones

En 2025, MLB inició investigaciones contra los dominicanos Luis Ortiz y Emmanuel Clase, lanzadores de los Cleveland Guardians, por apuestas sospechosas. Ambos fueron puestos en licencia administrativa, sin sanciones oficiales aún. Sin embargo, la Regla 21 de la MLB prohíbe estrictamente cualquier vínculo con apuestas en béisbol —incluso microapuestas— como el resultado del primer pitcheo.

Así mismo otros casos recientes incluyen sanciones severas en MLB durante 2024: expulsión definitiva para el venezolano Tucupita Marcano, suspensiones de un año para varios jugadores de ligas menores sin derecho a ascenso, y una multa a Jarred Cosart por apuestas ilegales.

En paralelo, el escándalo financiero de Shohei Ohtani, cuya cuenta fue usada por su traductor para pagar deudas de apuestas, sacudió la imagen global del deporte, Mizuhara se declaró culpable, exonerando a Ohtani. Pero muchos fanáticos no compran esa historia.

 

¿Negocio o doble moral?

Aunque los jugadores pueden hacer apuestas en otros deportes legalmente, cualquier cruce entre béisbol y apuestas los expone al castigo. Esto lleva a una pregunta inevitable: ¿Está la MLB protegiendo su producto o simplemente preservando una narrativa conveniente?

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El dilema es claro; mientras algunos venden apuestas desde el marketing oficial, otros son investigados o vetados por estar vinculados a ellas. ¿Puede la MLB sostener esta coexistencia con las apuestas sin poner en riesgo la credibilidad del juego limpio?

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