Caribes desata remontada de ensueño y deja en el terreno al Magallanes

Caribes desata remontada de ensueño y deja en el terreno al Magallanes

Contra todo pronóstico y abajo por cinco carreras en la novena entrada, Caribes de Anzoátegui encendió la chispa ofensiva y firmó una remontada monumental para vencer 8-7 a los Navegantes del Magallanes, desatando la euforia en las gradas.

En el regreso del béisbol profesional a San Cristóbal, los fanáticos que llenaron el Estadio Metropolitano presenciaron una de esas historias que el deporte escribe pocas veces.

Lo que parecía un duelo tranquilo terminó convirtiéndose en un terremoto deportivo que dejó claro que la tribu no baja los brazos ni cuando el tiempo parece agotarse.

Un arranque cuesta arriba, pero sin perder la brújula

La tarde no comenzó sencilla para los locales. Caribes vio cómo Magallanes fabricaba carreras temprano en el juego, aprovechando un par de elevados de sacrificio y batazos oportunos. El zurdo Ricardo Sánchez dominó gran parte del encuentro, limitando la ofensiva oriental durante sus cinco y un tercio sólidos episodios.

Pero la tribu, fiel a su estilo, esperó el momento adecuado para responder. El primer rugido llegó en el sexto capítulo con un estacazo solitario de Balbino Fuenmayor, quien encendió las gargantas en las tribunas.

Aunque la ventaja naval se amplió hasta 7-2, los bates orientales jamás perdieron la calma, sabiendo que nueve capítulos dan más tiempo del que parece.

Un cierre para la historia de la tribu

Todo cambió en la novena entrada, con las luces brillando y la fanaticada tachirense de pie. El béisbol se volvió poesía para Caribes de Anzoátegui.

Antonio Piñero, Leonel Valera y toda la parte baja del lineup comenzaron a encender la ofensiva. Pero el momento cumbre llegó con dos swings que quedarán grabados en la memoria de la afición, Balbino Fuenmayor soltó su segundo jonrón de la tarde, esta vez de tres carreras, acercando a la tribu y levantando al estadio completo.

Acto seguido, Herlis Rodríguez tomó el protagonismo con otro cuadrangular de tres rayitas para dejar tendido al Magallanes y sellar la épica victoria 8-7.

Fue un final que encapsuló toda la garra que caracteriza a Caribes, demostrando por qué siguen siendo un equipo que nunca se da por vencido.

La nación caribera celebra y mira hacia adelante

Con el triunfo, Yilber Díaz sumó su cuarta victoria de la campaña, mientras el estadio vibraba con el entusiasmo de haber presenciado una remontada histórica.

Caribes de Anzoátegui no solo ganó un juego: reconectó con su afición, marcó territorio en su retorno a San Cristóbal y reafirmó que sigue siendo uno de los equipos más peligrosos.

Ahora, la tribu buscará mantener este impulso en los próximos compromisos mientras Magallanes vuelve a Valencia para preparar su duelo ante Caracas.

Artículos recomendados